miércoles, 26 de diciembre de 2007

Boxes


Mensaje 26:

Loco, me da vuelta todo. Entro en boxes obligado. La cabeza, el estomago, se ve que tomamos y mezclamos, te mandan saludos.

De: A.

13.39 hs / 25- dic - 07

viernes, 21 de diciembre de 2007

Mi Yoko


Ella podría ser mi Yoko Ono,
el sueño de la patria peronista
o mi respirador artificial en terapia intensiva.

Mi salida al mar
y mi naufragio.
La única que tiene el poder de aniquilarme cinco veces en dos minutos y medio.

domingo, 16 de diciembre de 2007

Camino


Crecer, morir
en tu espalda, en tus senos,
en tu cama, con tu aliento,
con tu olor y tus besos,
con el tiempo como esclavo,
con tu amor de consuelo,
de meta, de sueño,
de camino y de espejo;
tibio, lento, insolente y espeso,
grande como el cielo,
fuerte como el viento fuerte,
ese viento que sopla en tu cadera
llevándome al extremo,
marcando mi destino,
mi vida, mi ocaso,
precioso y risueño.

sábado, 15 de diciembre de 2007

Fanático (no seas)


Ella es fan de The Smiths, pero yo soy fan de ella.

Mi otro yo


Buenos Aires parece Londres. A unas pocas horas del comienzo del invierno, mientras la ciudad es víctima de una llovizna constante que tiñe la tarde de un clima y color típicos de la capital inglesa, María Fernanda y Gabriel, se sientan en un bar porteño para contarnos algunos detalles sobre “Fuera del tiempo”, el nuevo y esperado trabajo de El Otro Yo.


Me gustaría que hablaran sobre el proceso de creación del disco. ¿Cuándo y dónde se fue gestando? ¿Cómo fue plantearse el trabajo de hacer este nuevo álbum?

María Fernanda: Este disco es el séptimo disco en estudio que grabamos con el grupo y, bueno, la diferencia que tiene con los otros discos es que batió el récord de menor tiempo de grabación: lo grabamos en un mes, en enero, y durante todo el 2006, fue el proceso de composición. El disco tiene diecinueve temas, pero tuvo como un gran caudal de canciones candidatas para el disco. En mi caso, en estos últimos años, pasó que me surgieron más canciones en formato de “canción – rock”, luego de un tiempo de componer, en su mayoría, canciones más experimentales que no eran para poner batería; cintas al revés… cosas más locas que, por ahí, las fui volcando en el disco triple o en “Entresueños” o en el disco de piano (“Dios te salve María”). Bueno, aunque para El Otro Yo siempre compuse canciones en formato de rock, por ahí, no surgían tantas, pero, en este caso, me surgieron más de cuarenta canciones en formato rock, por eso es que hay más canciones que canto yo en este disco, y los chicos eligieron las que más le gustaron.

Entonces, podría decirse que fue un proceso natural: surgieron más canciones y, por eso es que, hay más temas tuyos en el álbum.

M.F.: Sí, soy totalmente natural. Sí, no es una cosa de que, ahora, me dan más permiso… No, no. Fue algo natural que fue surgiendo y tuve la suerte de que a ellos les gustaran varias canciones de las que hice y bueno… También hay una canción que hizo Gabriel y muchas que hizo Cristian, por supuesto y, también, todos los aportes que le dio Ray, que aporta mucho desde la parte musical. Hay canciones en las que, por ahí, él aporta partes o que, rítmicamente, las da vuelta. Por ejemplo, hay una canción en la que se le había ocurrido una melodía y me decía: “¿vos cantás esto, no?”, y le digo: “no, no canto esto”. Se le ocurrió y, bueno, lo puse como un coro y quedó re-lindo. Entonces, como que es bastante compartida la composición.


Para este disco, además de contar con la colaboración de Billy Anderson, es el primer álbum que graban junto a Gabriel. ¿Cómo fue trabajar con ellos dentro del estudio?

M.F.: El disco fue producido artísticamente por Billy Anderson (colaborador de Melvins, Mr. Bungle y Los Natas, entre otros), un productor de Estados Unidos que, justo, estaba viviendo acá y fue toda una experiencia para nosotros trabajar con él. Y Gabriel, bueno, en estos dos años y medio que está en el grupo, fue aportando mucho musicalmente y uno lo podía ir escuchando en los ensayos, componiendo. En la grabación se vieron claramente muchos arreglos muy variados y como mucha información. No es por chuparle las medias (Guerrisi ríe y acerca el grabador a la boca de María Fernanda), pero es un músico muy talentoso y trae mucho para darle al grupo, aporta mucho desde su lugar de guitarrista. Lo que pasa es que en el estudio, podés escuchar por separado las guitarras y las voces. Ahí, se ve desnudo al instrumento y cómo está tocado. Nos sorprendió para bien. Se lució mucho en este disco, realmente. La verdad es que es un disco que tiene estados de ánimo muy diferentes va recorriendo diferentes intensidades, velocidades, y, bueno, él, aportó muy buenas cosas musicalmente.

Ahora, Gabriel, te hago la pregunta al revés: ¿qué te agregó El Otro Yo a vos?

Gabriel Guerrisi.: Bueno, ellos, como trío, sonaban muy bien así que lo sentí en este disco es que me dieron toda la libertad para que yo me exprese y, no sólo en el sentido guitarrístico, sino que podía, digamos, también, jugar con lo rítmico, con las melodías. Al estar, ellos, tan bien, tan firmes yo podía…

M.F.: Colorear.

G.G.: Claro. No sólo en el campo de las guitarras sino, también, aportar en otros campos. Así que fue muy divertido, ¿no?, trabajar de esa forma. Y, la verdad, que fue todo de manera muy natural. Hubo mucha inspiración en este disco de parte de los dos pilares fundamentales compositivos que son María y Cristian. Mucha inspiración, un buen ambiente, y creo que todo eso, se ve reflejado en el disco. Si bien lo de Billy fue muy importante, porque decidió que el disco fuera más bien como venía de la sala… o sea que no hay mucha pirotecnia, no hay mucha edición, no hay mucha computadora: somos nosotros los que estamos tocando en el estudio. Y bueno, hasta, tuve una participación en una de las canciones (“El final del planeta”) que María se encargó de redondearla poniéndole su voz, su letra, así que me pone muy contento haber escuchado que ella agarró una canción mía y la terminó.

En diciembre del año pasado, me habían comentado que este disco, a pesar de que en ese momento ya llevaba tocando alrededor de dos años con ustedes, era la presentación oficial, formal, ¿no?, de Gabriel en la banda… algo así como presentarle el novio a la madre.

G.G.: Sí, yo estuve dos años desarrollando con los chicos el sonido de “Espejismos” en vivo. Yo entré con ese disco, ya, grabado y editado así que el desarrollo del disco en vivo lo hicimos conmigo en el grupo.

M.F.: Claro, y en “Disco Pirata”, ya estabas en el grupo.

Y antes de que él ingresara a la banda, ustedes habían vuelto a presentarse como trío, ¿no?

M.F.: Sí, claro. “Espejismos” empezamos a presentarlo como trío, pero…

G.G.: Con algún invitado.

M.F.: Sí, con algún invitado, pero ya lo conocíamos desde chico a Gabriel y ya lo admirábamos como músico y bueno… justo se dio la historia musical que en el momento indicado…

G.G.: Hasta somos medios parientes.

M.F.: Somos primos lejanos, sí. Y bueno, en el momento indicado, a la hora señalada, en el momento justo… llegó Gabriel. Hay cosas que son como del destino. En este caso, siempre como que fue un trío el grupo, ¿no es cierto?, pero, hoy en día, se puede decir, realmente, que ya no es un trío. Gabriel es un guitarrista de vocación, de nacimiento, entonces, como que es un pilar, ya, muy importante. Nosotros, reconocemos en Gabriel, que tiene como un estilo fino de tocar. Muy musical. Por eso le decimos “El Duque”.

G.G.: No, la verdad es que es un gusto estar tocando con ellos porque hay mucho potencial artístico, musical… uno se puede expresar. Aparte de eso, que me dan sin egoísmo un lugar que yo aproveché para poner lo que yo quiera, funcionando....

Como un grupo.

M.F.: Como un grupo, sí.

G.G.: Además, también, fue un buen momento para formalizarme a mi como cuarto integrante.

M.F.: Y, también, tuvimos la suerte de tener la colaboración de Diego Vainer, en sintetizadores, que siempre está ahí apoyándonos.

G.G: ¡Ahora es él el invitado! Ya no soy yo el invitado, ahora es él (Risas) Es una suerte contar con Diego. Ellos lo tuvieron como productor.

M.F: Sabe mucho, Diego.

G.G: Y cuando viene a tocar es un placer.

M.F: Sí, si, pero él trabaja mucho: graba bandas, toca con su proyecto electrónico (Fantasías animadas), así que cuando puede, viene a tocar. Diego le aportó mucho a El Otro Yo. Aprendimos mucho de él.


En el álbum sobrevuela una energía positiva. Me refiero a que se trata de un disco luminoso y positivo, aunque, también, haya canciones que se acerquen a cuestiones sociales.

M.F.: Y… al mal tiempo, buena cara, ¿no? Sí, siempre es como que tratamos de dar un mensaje bueno. Que la última palabra sea una palabra buena, de fe, de esperanza ante todo. También, del amor, el amor universal. Si hubiéramos sabido más, no hubiésemos destruido así el planeta. O podríamos reparar un montón de cosas. Es una búsqueda espiritual. Más que nada, es de lo que hablan muchas letras y, también, tiene un costado social. Temas como “Arma de destrucción masiva”, por ejemplo, que toca un tema más de política o de protesta. Pero, este disco es muy diferente a “Espejismos” que era todo de protesta, todo contestatario.

Cuando escuchaba el álbum, inmediatamente, lo asocié a “Abrecaminos”.

M.F.: Yo, en cambio, a “Fuera del tiempo”, lo veo muy hermanado a “Mundo”, porque tiene tantas canciones y todas muy diferentes entre sí. No sabés con qué te vas a encontrar ni qué viene, pero suponemos que podría ser, también, cercano a “Abrecaminos”. Podría ser.


Hace un tiempo, Cristian y vos me dijeron en otro reportaje que El Otro Yo hacía “música para toda la vida”, una frase que me quedó dando vueltas en la cabeza y, no casualmente, este nuevo trabajo se titula “Fuera del tiempo”: ¿qué significa para ustedes ese título? ¿Cuál es el concepto?

M.F.: Estar “fuera del tiempo” va para largo, pero, principalmente, es una propuesta de buscar la realidad, la legitimidad de las personas. La realidad en el sentido de buscar lo real de la persona y la persona que esté, realmente, presente. Que, realmente, se de para que, realmente, sepa escuchar al otro porque sabe que eso ya está como bien plantado en el presente y, el presente, en realidad, es lo eterno. La eternidad es el presente porque el pasado ya pasó y el futuro, todavía, no está. Lo único que está, realmente, es el presente, lo eterno. El presente infinito y estar fuera del tiempo, también, pueden significar muchas cosas.

G.G.: En el calendario maya está el día “fuera del tiempo”, que ellos lo aprovechaban para identificarse con el Universo.

M.F.: Es el 25 de julio, día que, además, es el último día del año para ellos. Es “el día de los artistas” y lo festejan con explosiones artísticas, pero, también, puede significar muchas otras cosas. Bajándolo más a lo terrenal, en la locura y la obsesión que hay con el correr del tiempo. Tiene que ver mucho con el materialismo, tiene que ver con cómo va pasando el tiempo en una persona, como esa obsesión que hay, hoy en día, con el tema estético. Por ejemplo, de no envejecer nunca y empezar a operarse, operarse, operarse para no….

G.G.: El famoso “gato con botox” (Risas)

M.F: Claro… como estar fuera de eso, también. A cada uno le toca lo que le tiene que tocar, ¿no es cierto? Y, bueno, no estar tan obsesionado con eso… salir fuera del tiempo es dedicarse de lleno a lo que uno le gusta hacer y concentrarse, abrir los cinco sentidos, fundamentalmente, para llegar al alma. Como el alma es eterna, estar fuera del tiempo es eso: llegar al alma.


Alejandro Jovic


Publicado en:

http://www.zonaindie.com.ar/entrevista-con-ma-fernanda-aldana-y-gabriel-guerrisi


Agradecimientos: Marcela Nuñez – Nicolás Ramos.