
El 17 de agosto de 1850 amaneció nublado en Boulogne Sur Mer. A la tarde, luego de almorzar, murió el General San Martín. Hoy, dos días y ciento cincuenta y ocho años después, mientras desayuno, me doy cuenta de que estoy comenzando a no morir de amor por vos. Ya veré cómo me las arreglo.